sábado, 6 de enero de 2018

RECOMENDACIÓN: "LA ÚLTIMA GALOPADA", DE THOMAS EIDSON


Corría el año 1886, el año de la rendición definitiva de Gerónimo, cuando Brake Baldwin, sentado en el porche de su rancho en Nuevo México, leía en el periódico un entusiasta titular: "El Salvaje Oeste ha muerto", parecía que la modernidad se abría paso

Incluso la casa de los Baldwin ya no era una covacha rústica. Disponía de paredes enlucidas, grandes lámparas que colgaban del techo, quinqués… un ambiente civilizado y casi confortable

Lily, la hija mayor de los Baldwin, de diecisiete años, acababa de regresar rde un buen colegio para señoritas en Denver

James, que tiene quince años y trabajaba con el ganado, jugaba con la miniatura de un tren

Sin embargo, según caía la tarde y se aproximaba la tormenta, apareció acercándose a la casa, entre viento y truenos, un enorme jinete casi fantasmal

Sería un aspecto quijotesco si no fuera siniestro y terrible. Casi dos metros de altura, intensamente enjuto, vestido más de piel roja de mil tribus que de blanco… y lacónico, hoscamente lacónico y amenazante

Y con una tos que ocasionalmente le desgarraba el pecho y que parecía que se lo llevaria a la tumba a no mucho tardar. 

Armado a la antigua usanza. De unos setenta años… "la gente había dejado de vestir así hacía al menos cuarenta años", piensa Brake

Le acompañaban una mula, un perro y un pequeño y viejo pony indio que parecía incapaz de sostenerlo

Se llamaba Samuel Jones y preguntaba si ese es el hogar de los Baldwin, comentaba que ha visto huellas de una "partida" por los alrededores del rancho

Decía que hacía años cabalgó con los chihene… "un hombre blanco que ha cabalgado con apaches… Otro viejo embustero", pensaba Maggie, la esposa de Brake

Cuando insospechadamente Maggie reconoció al viejo, solo quiso una cosa: que Brake lo expulsara. Lo odiaba. No lo quería en su casa y se negaba a contar a su marido por qué

De repente, el pasado, amenazante, empezó a corporeizarse de mil maneras. "El Viejo y Salvaje Oeste había terminado", venía a decir con entusiasmo el periódico, pero llegaba un representante de ese pasado, como un fantasma que se abría camino hasta el presente desde años atrás; un atavismo de otro tiempo

El viejo también se acababa. Estaba moribundo y había venido, no se sabía por qué, a morir en el hogar de los de los Baldwin

Los indios y los bandoleros no preocupaban desde hace muchos años, pero, ese mismo día, se encontraron señales de una partida de merodeadores y una vaga amenaza, que todos percibían, flotaba sobre el rancho mientras arreciaban la tormenta y la niebla

Y también hay algo en el pasado que relaciona a Maggie con Samuel Jones, de una manera posiblemente trágica, que Brake no conseguía desvelar

Y sobre todo esto: presagios, sensaciones, movimientos que no se veían, pero se percibían un poco más allá de donde alcanza la vista… Y la religión, las creencias

El viejo Samuel Jones era un renegado que abandonó el cristianismo para hacerse chamán entre los apaches

Maggie era una ferviente cristiana que no solo aborrecía al viejo renegado, sino que temía la influencia que éste pudiera ejercer, con su paganismo y sus hechicerías indias, sobre sus hijos

No obstante, cuando toda esa ominosidad, cuando toda esa amenaza indefinible se concrete y una partida apache secuestre a Lily y deje malherido a Brakeel viejo Samuel Jones, sus saberes de piel roja y sus poderes chamánicos serán casi lo único con lo que Maggie podrá contar para recuperar a su hija.

Escrita por Thomas Eidson, "La última galopada", que fue publicada, en octubre de 2015, por la colección Frontera de la editorial Valdemar, tiene 368 páginas y puede ser adquirida por un precio de 23,00 euros.

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