lunes, 23 de abril de 2018

RECOMENDACIÓN: "DE PAVÍA A ROCROI. LOS TERCIOS ESPAÑOLES", DE JULIO ALBÍ DE LA CUESTA

"No se rendían, y era menester matarlos"


Si, siguiendo a Clausewitz, la guerra es la continuación de la política por otros medios, habría que considerar a los tercios como un instrumento esencial de la política de los Austrias

Macedonia tuvo sus falanges. Roma, sus legiones. Y España, sus tercios. Siempre mal pagados, siempre blasfemando bajo los coletos atravesados por una cruz roja, los tercios enmarcan con sus picas un período fulgurante de la historia de España, para acabar muriendo bajo sus banderas desgarradas en una larga agonía en los campos de batalla europeos y, de forma más dolorosa, en la memoria de sus compatriotas

Los tercios salvaron Viena y Malta, derrotaron irremisiblemente al turco en Lepanto, en Nördingen acabaron con el legendario ejército sueco, entraron en la brecha de Budapest, guarnecieron París, navegaron en la empresa de Inglaterra, lucharon en el Norte de África y defendieron en Flandes una imposible concepción del mundo.

El 24 de abril de 1547 se libró la batalla de Mühlberg en la que los Tercios españoles realizaron acciones heroicas como la protagonizada por diez soldados que cruzando el Elba con la espada en los dientes, permitieron el paso de la caballería logrando así una gran victoria para las Armas españolas. 

Si en Bicoca los piqueros suizos fueron curados de su tradicional tenacidad, en Pavía fue el turno de la caballería aristocráctica

Solo las Indias les fueron ajenas. La conquista de las Indias fue obra de aventureros iluminados. Su conservación únicamente ofreció menguados enemigos, que por su ralea no exigieron el empleo de tropas selectas. Solo pisaron ultramar para operaciones tan concretas como breves.

Los tercios fueron, de principio a fin, la verdadera última ratio de los reyes de España, sus dados de hierro que, arrojados sobre una mesa de negociaciones o un campo de batalla, bastaban para ganar la partida.

Eran unidades de infantería, sólidas, flexibles, maniobreras, que combinaban a la perfección los distintos tipos de armas disponibles y poseedoras de una casi religiosa fé en su propia vida.

En sus filas formaban desde Grandes de España a Lazarillos de Tormes, desde capitanes surcados de cicatrices a mochileros adolescentes componiendo un vasto patio de Monipodio presidido por un fanático sentido del honor que les permitía sufrir todo, menos que les hablaran alto.

De ahí el colosal aporte historiográfico que supuso la publicación en 1999 del ensayo "De Pavía a Rocroi. Los tercios españoles", de Julio Albi de la Cuesta, una obra seminal que recuperaba del olvido a “aquellos hombres que fueron tan famosos y temidos en el mundo, los que avasallaron príncipes, los que dominaron naciones, los que conquistaron provincias, los que dieron Ley a la mayor parte de Europa”.

Publicado, en diciembre de 2017, por Desperta Ferro, el ensayo histórico-militar ""De Pavía a Rocroi. Los tercios españoles" tiene 432 páginas y puede ser adquirido por un precio de 24,95 euros.

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